
Plano de localización y
extensión del plan “Vega de Nerja-El Playazo”
Junto
con el ‘Plan Larios’ en Maro, la noticia del reinicio del plan
‘Vega de Nerja-Playazo’ a iniciativa del alcalde de Nerja, José Alberto Armijo,
supone otro hito más en el modo de hacer un tipo de política que nos puede costar mucho
más dinero a todos los nerjeños y nerjeñas; que resulta tremendamente agresiva
con nuestro entorno; y que podría ocasionar al regidor nuevas responsabilidades
políticas y/o penales. Recordemos el caso Rubbish sobre el vertedero ilegal de residuos sólidos (y no tanto) promovido -presuntamente-
por el alcalde y un sector del empresariado local de la construcción. Se trata
de un enorme vertedero enclavado en la zona protegida del Parque Natural de las
sierras Tejeda, Almijara y Alhama del río de la Miel.
No
hay burbuja inmobiliaria que no lleve aparejada, a su vez, una burbuja en
residuos sólidos. Diversos estudios científicos publicados recientemente concluyen
que el peso total de las construcciones realizadas en el mundo, y de los
residuos generados, ya ha superado el peso total de toda la biomasa en el
planeta.
Aunque
el alcalde de Nerja, en declaración realizada en varios medios de comunicación,
sigue reiterando las bondades de sus megalómanos proyectos y se reafirma, sin
ningún tipo de pudor, en la continuidad de su obra urbanalizadora del territorio; cual papel couché en blanco donde
proyectar su futuro histórico y político. Para el plan en cuestión, el ‘Vega de
Nerja-El Playazo’, propone, una vez más, partir de cero; y lo justifica por
motivos sobrevenidos tras el nuevo marco normativo elaborado por la Junta de
Andalucía en estos tiempos de crisis sanitaria; cuando no, culpabiliza al
anterior Gobierno tripartito de su paralización.
La insostenibilidad
de sus planes desarrollistas, sumado a la incoherencia y vaivenes en su
quehacer nos ha devuelto, pandemia mediante, dos de sus imaginarios más
recurrentes: el plan ‘Vega de Nerja-El Playazo’ y el ‘Plan Larios’; donde ¡oh,
sorpresa!, en el primero la casa Larios posee alrededor del treinta por cien del
total de la superficie, de los cuales, más de cuarenta mil metros cuadrados se
sitúan en primera línea de playa; y el cien por cien en el segundo plan. Un
monto territorial cercano a dos millones y medio de metros cuadrados. Insisto,
dos millones y medio de metros cuadrados. Coincidencias del destino diría el
lector poco informado.
El alcalde de Nerja,
José Alberto Armijo (segundo por la izda.), presentando el plan ‘Vega de Nerja-El Playazo
en 2015. E.C.
Sorprende
que el alcalde, para justificar su particular “(Euro)vega de Nerja-El Playazo”,
casi 120 hectáreas de la mejor tierra agrícola de Nerja situada entre el camino
de Enmedio y la franja costera de la playa el Playazo, dice cumplir, de esta
forma, con las determinaciones del Plan de Ordenación Territorial de la
Axarquía (POTAX), y su designación del lugar como ‘Zona de Dinamización
Turística’. Pero lo más llamativo del asunto es que el POTAX fue sustancialmente
anulado para Nerja por sentencia del Tribunal Superior número 6621/2013, tras un recurso presentado por los servicios jurídicos
municipales a instancia del propio alcalde; y que además, su materialización no
es de obligado cumplimiento por parte del Consistorio.
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Respecto
al segundo proyecto, el ‘Plan Larios’, definido por la
edil de urbanismo Nieves Atencia como “un sueño empresarial de la casa Larios”,
y justificado como “un proyecto que llevaba el Partido Popular en su programa electoral”, se realizaron unas valoraciones
sobredimensionadas -“presuntamente”- de los terrenos que Larios y otros
propietarios poseen en el Playazo en primera línea de playa.
Se
trata de unos terrenos catalogados de Protección Especial Agrícola (PEA),
recogidos como tal en el vigente PGOU de 2000, pero en su caso, tasados a
precio de Suelo Urbanizable Programado (SUP). Estos terrenos están situados
dentro de los cien primeros metros de la línea de Demarcación de Costa, se
encuentran incluidos en los Sistemas Generales del PGOU como Paseo Marítimo El
Playazo (SG-AL.6), y son de naturaleza
rústica a obtener mediante el sistema de expropiación.
La
tasación en cuestión supone aproximadamente el cincuenta por cien de la deuda
total que recoge el Convenio entre el
Ayuntamiento de Nerja y SALSL, y está recogida en el sub-convenio que rubricaron
el 15 de septiembre de 2009 (pg.52. Anexo IV) el alcalde de Nerja y la empresa
inmobiliaria propiedad de la casa Larios.
El
monto global de las deudas acumuladas entre todos los sub-convenios por las
diversas ocupaciones y cesiones anticipadas de terrenos de Larios al Ayuntamiento
y que recoge este Convenio, publicado por segunda vez en marzo de 2020,
asciende a la nada desdeñable cifra de 9.731.935 euros. Todos los sub-convenios
fueron rubricados por el alcalde de Nerja y sus respectivos Gobiernos entre los
años 2004 a 2009.
Actualmente
el Convenio se encuentra pendiente de aprobación en Pleno municipal. En caso de aprobación supondría, entre otras cosas,
el reconocimiento de una -“presunta”- deuda ilegítima contraída por el alcalde
con la casa Larios pero repercutida a todos los nerjeños y nerjeñas; y proporcionaría legitimidad
a la empresa, tal y como señala su estipulación quinta e), para exigir su pago en
el más que probable caso de que se produzcan obstáculos administrativos o jurídicos
durante la tramitación del ‘Proyecto de Desarrollo Urbanístico para Maro’.
Plano ‘Plan Larios’
donde se señalan las localizaciones de los diversos proyectos. Convenio
A
este respecto, la plataforma ciudadana ‘Otro Maro y Nerja es posible’ alertó
detalladamente sobre este extremo en su alegación Segunda: ‘Cesiones de suelo de SALSL al Ayuntamiento. Valoraciones’
(Pgs 6-10), denunciando que su aprobación supondría -“presuntamente”- un delito de malversación de dinero
público cercano a cinco millones de euros.
Según
la noticia, el Alcalde inicia ahora un largo proceso hasta la inclusión del
Vega-Playazo en el PGOU, pero esta vez, como Suelo Urbanizable; reconociendo ‘por omisión’ que estos terrenos
poseen, de hecho, Protección Especial Agrícola y no puede ser tasado de
otro modo.
Si finalmente el alcalde aprueba el Convenio, el
tiempo y, posiblemente los tribunales, dirán si existe o no ‘vasos comunicantes’
entre ambos planes desarrollistas, y que buena parte de la deuda la pretendía repercutir entre todos los nerjeños y nerjeñas.
En la política de casino, la “casa” siempre
gana.
Jorge Alaminos