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miércoles, 6 de abril de 2022

‘Encender’ la central de San Modesto

La central minihidráulica de San Modesto, en el cauce del río Chíllar de Nerja, camino de convertirse en otro bien del patrimonio cultural a ‘musealizar’  


Vista general de la central minihidráulica de San Modesto. 2022

Existe hoy día en la Administración pública la tendencia a la ‘musealización’ del patrimonio cultural. Este proceso de mercantilización termina despojándolo de su significado histórico al excluir toda función socio-económica pasada, presente o futura, quedando su existencia recluida a paneles gráficos explicativos, maquetas, o trabajos audiovisuales expuestos en museos temáticos. Mercancía neoliberal y artefacto cultural de consumo inmediato en temporadas turísticas.

 

Ejemplo de lo anterior es el pago de Las Mercedes y Maro, zona de gran valor histórico, patrimonial y de uso agrícola que actualmente se encuentra amenazado -con el beneplácito del Ayuntamiento- por un salvaje plan urbanístico, pero que todo visitante del Museo de Historia de Nerja puede contemplar como ‘era/es’ antes de ser devorado por la retroexcavadora del progreso: ¿Una Historia del futuro?

 

San Modesto: la ‘segunda fábrica de la luz’

 

La central minihidráulica de San Modesto, situada en terrenos de titularidad pública en el río Chíllar, se construyó en 1914 y estuvo en funcionamiento hasta 1963 utilizando, sencillamente, la caída de agua como único recurso para generar parte de la electricidad que el pueblo necesitaba. La central formaba parte de un complejo más amplio de centrales minihidráulicas situadas a lo largo de todo su cauce, donde destaca el Salto Grande o ‘tercera fábrica de luz’, actualmente en funcionamiento.

La central de San Modesto fue abandonada por su último propietario, la compañía Sevillana de Electricidad (actual Endesa) en 1977, antes de acabar la concesión, al considerar que el coste de mantenimiento y explotación superaban al de beneficios empresariales. Tras su parada definitiva, la antigua maquinaria quedó abandonada en el interior, y desde entonces su deterioro se hace progresivo. En estos momentos, las techumbres de sus instalaciones se encuentran en estado ruinoso y riesgo inminente de desplome. 

 

Foto: Pablo Rojo Platero. 2022

¿Qué hacer con San Modesto?

 

En febrero de 2021, el Ayuntamiento de Nerja informó de su interés en adquirirla, junto a las viviendas e instalaciones anexas, para convertirla en un Museo Hidroeléctrico de la Axarquía donde exponer su antigua maquinaria. Según la noticia, esto supondrá una “indiscutible proyección turística para el municipio”.

 

El proyecto de convertir San Modesto en un museo es otro ejemplo más de sustracción pública de la función histórico-social del patrimonio cultural nerjeño al optar, únicamente, por la ‘musealización’ turística. Y todo ello, en el contexto de una dependiente industria turística que navega a la deriva entre los vientos de una crisis energética sistémica, con los precios de los combustibles disparados, y la emergencia climática provocada por la quema de recursos fósiles no renovables.

 

Las ventajas de las centrales minihidráulicas

 

En energía hidroeléctrica se considera de especial interés el desarrollo de centrales minihidráulicas (potencia instalada inferior o igual a 10 megavatios), ya que presentan una serie de ventajas altamente significativas: es una energía renovable que no consume agua, no produce calor ni emisiones contaminantes, permite una generación distribuida, y sobre todo, es una fuente energética autóctona del territorio con gran beneficio económico y social, que origina puestos de trabajo en su rehabilitación, mantenimiento y explotación.

 

En 2005, la Agencia Andaluza de la Energía realizó un estudio (Plan Andaluz de Sostenibilidad Energética 2007-2013 (PASENER)) sobre potencial hidroeléctrico que refleja el potencial técnico-económico aprovechable que hay en Andalucía, donde se incluyen las dos centrales inactivas de Nerja, con la intención de implementar actuaciones que permitan desarrollar este tipo de energía limpia. 

 

Para el caso de la rehabilitación de nuestras dos antiguas centrales: Chillar II (2ª Fábrica, o de San Modesto), y Chillar III (1ª Fábrica, o de Santa Rita), y según el estudio, la inversión a realizar sería menor que la necesaria para acometer nuevas obras; y el impacto ambiental asociado es mínimo.

 

¿Cuánto cuesta ‘encender’ San Modesto?

 

Actualmente, el Ayuntamiento de Nerja dedica entre el 2,2 y el 2,5% del Presupuesto anual (entre 650.000 y 750.000 €) al pago de la factura eléctrica de nuestros servicios públicos, infraestructuras e instalaciones municipales. Cantidad que puede verse duplicada por el incremento en el precio de los combustibles importados desde unos mercados sometidos a continuos conflictos geoestratégicos. Recursos fósiles finitos y no renovables que hace tiempo superó el ‘peak oil’.

 

En las siguientes tablas, extraídas del Plan Andaluz de Sostenibilidad Energética 2007-2013 (PASENER), quedan reflejadas las características, necesidades, cuantía de las inversiones, y parámetros necesarios de rentabilidad para poner en funcionamiento las centrales minihidráulicas de San Modesto y Santa Rita:

 

En amarillo: Pay Back (años) = Inversión Total /(Ingresos-Gastos) anuales.

Estas inversiones se pueden considerar rentables cuando los valores del ‘período de retorno’ o Pay-back (PB) están comprendidos entre 8 y 12 años. Según las tablas anteriores, San Modesto lo cumple, al tener un periodo de retorno de tan sólo 9,8 años; además de evitar la emisión a la atmósfera de más de 200 toneladas de gases de efecto invernadero al año.

 

Otro de los parámetros de rentabilidad es la ‘tasa interna de retorno’ (TIR) del proyecto, que debe ser superior al 8%. Nuevamente, la central de San Modesto lo cumple; aunque socialmente ambas centrales lo son.

 

En amarillo: Tasa Interna de Retorno (TIR)

San Modesto: hacia la autosuficiencia energética mediante energías renovables

 

Según diversos cálculos, con la restauración y puesta en funcionamiento de la central minihidráulica de San Modesto, la Administración pública podría ahorrar entre el 30 y el 35 % en la factura eléctrica anual, pudiendo destinar parte de la producción eléctrica a familias en situación de pobreza energética.

 

Para finalizar, si el Ayuntamiento de Nerja se dota con nuevas instalaciones energéticas basadas en tecnologías limpias a través de fondos europeos Next Generation (2021-2027) y, sumado a un riguroso plan de eficiencia y ahorro energético, la Administración pública podría  alcanzar la autosuficiencia energética. Algo totalmente compatible con la ‘musealización’ de San Modesto.

 

Jorge Alaminos